Si estás por Madrid este fin de semana y te mueres de ganas de cenar algo rico e impresionar a tu pareja con el sitio tan guay al que vas a llevarle… ¡éste es tu post! Sólo te digo que yo dejé a mi chico con la boca abierta cuando fuimos a comer a este restaurante tan bonito en el centro de Madrid.
El Columpio es un restaurante hermanado con el famoso Le Cocó de Chueca. Seguro que, si te mueves mucho por Instagram, habrás oído hablar de Le Cocó, pero su hermanito pequeño el Columpio es menos conocido pero igual de ¡precioso! Y la comida es deliciosa en los dos, por supuesto.
A mí lo que más me gusta de El Columpio (y de Le Cocó, porque es marca de la casa y lo hacen en ambos restaurantes) es el súper cubo de mantequilla que te traen para que vayas abriendo el apetito mientras te preparan la comida. Es de importación francesa y como es tan grande parece que no tiene fin. Yo siempre que llega la camarera a retirarlo porque traen el primer plato lucho contra ella para que me deje quedármelo durante toda la comida…
Los palitos de berenjena con miel de flores también me conquistaron para siempre, y a mi novio su hamburguesa le gustó tanto que desde entonces no para de pedirme que volvamos a visitar El Columpio pronto. Pero sin duda, lo mejor fue la tarta de postre… Costó mucho no repetir, ¡y eso que habíamos pedido entrantes y todo!
El Columpio mantiene la misma estética que Le Cocó, con los muros de ladrillo visto, la pared característica de madera de colores y las grandes letras iluminadas. Es un sitio muy instagrameable para las que vamos siempre con el móvil listo buscando la foto, aunque igual eso no le gusta tanto a tu acompañante si le cambias por tu iphone.
Si me tengo que quedar con tres cosas, escojo las tartas, la decoración preciosista y mi cubito de mantequilla querido. El Columpio es un restaurante que en poco tiempo se ha convertido en uno de mis grandes favoritos, así que si este finde no tienes plan o si estás planificando tu viaje a Madrid para el puente de la Constitución… ¡ya sabes que El Columpio es parada fija!
Lo reconocerás por su puerta azul tan llamativa mientras paseas, pero si prefieres ir a tiro hecho, puedes encontrarlo en el número 10 de la Calle Caracas. ¡Disfruta de tu cubo de mantequilla a mi salud!